Probar el coche fantástico (el RCZ de Peugeot) en un entorno urbano (que es lo que le pega) habría sido demasiado fácil así que, como Peugeot amablemente me dejaba en coche un fin de semana, decidí planteármelo lo más rural (que a un urbanita convencido) que me fuera posible.

Parece que KITT se lo toma a pecho y sin saber cómo pido que el navegador anule autopistas y autovías por lo que me veo entre caminos solitarios, paisajes parados en el tiempo y vistas sin edificios sin, casi, quererlo. La confusión merece la pena y la inexperiencia se transforma en experiencia.

A las dos horas de salir de Madrid hago mi primera parada. Es en el restaurante gastronómico Las Rejas, de Manolo de la Osa y su equipo, en Las Pedroñeras (Cuenca) www.lasrejas.net. Me preparan un menú gastronómico de 10 (platos y puntuación) con productos de la zona pero con el twist moderno en elaboraciones y presentaciones propio de un restaurante de este nivel. Los vinos y el servicio también sobresalientes.

Sigo viaje. La gente en el pueblo mira extrañado ese coche negro de líneas aerodinámicas. Esta vez pongo el GPS con autopistas, peajes y lo que haga falta. Llego a Bocairent (Valencia) y me instalo en el Hotel Ferrero (sí, el tenista) www.hotelferrero.com. Un estupendo Relais Chateaux en el medio del campo y rodeado de preciosos jardines. Baño en la piscina solitaria (todo un lujo), cena de room service (¡esos huevos con chistorra!) y preparar el “pedido” de desayuno (es a la carta y se sirve en las habitaciones, en el jardín… no hay buffet, ¡qué buen invento!).

A la mañana siguiente arranco el suave motor y me pongo en marcha hacia Cullera (Valencia) para visitar los campos de naranjos (¿algo más valenciano?) y la tomateras (su nueva línea de negocio) de Federico Aparicio y su familia. Naranjaslola.com www.naranjaslola.com y Tomateslola.com www.tomateslola.com han sido pioneros (con venta online) en su lema “del árbol a la mesa” y en 24 horas estás en tu casa con un zumo hecho con los frutos de su finca. Así lo hacen desde el Rey a Ferran Adrià, dos de sus numerosos clientes. Paseamos, vemos loa árboles, hablamos de la agricultura, sus dificultades, sus cosas buenas… Esto sí es una aproximación a lo rural y su dureza. El se ve a sí mismo “como un paleto.com”. El negro y el naranja se llevan bien. Neoruralismo  a tope.

Comemos juntos un arroz histórico en Salvador www.casasalvador.com y de vuelta al hotel para unos tratamientos de spa y una cena gastro servida por el fabuloso Paco Morales que tras su triunfo en el Senzone del Hospes de Madrid y una primera etapa al frente de las cocinas del Ferrero afronta ahora el reto de ser libre y trabajar en solitario los productos de la comarca, una vez más, vistos con los ojos jóvenes de un cocinero de vanguardia. Con las infusiones (cultivadas en su huerto) relleno de nuevo la ficha del desayuno. Duermo.

Al día siguiente un último baño en la piscina y regreso con pena, sobretodo de aparcar el coche. Parada en el moderno Hotel Blu www.hotelblu.es de Almansa (Albacete) para una comida a base de tapas cortesía de mi amiga (y directora) Narci Cantero de este interesante hotel de diseño en Albacete. Se ve que lo rural es compatible con la modernidad. KITT quiere casarse con un tractor.